Mirar las constelaciones. Recorrer esa otra ciudad que es el cielo. El guía, Alejandro G., nos da pistas para leer el mapa, ese de arriba nuestro. Yo no sé del cielo, y me cuesta ver lo que otros ven. No encuentro ni toros ni guerreros. Me doy cuenta de que no tengo mis lentes, esas prótesis arteras.
Sin embargo, escucho lo que dice: “Hay que entrecerrar los ojos para ver algunas constelaciones”. Yo me digo, hay que hacer como que no las estamos mirando, mirar de reojo. ¿Habrá que mirar al sesgo? Recuerdo, de repente, ese libro del esloveno. Y todo cuadra: mirar al sesgo (Macbeth), un tiempo dislocado (Hamlet). Sobre todo aquello que tiene que ver con el tiempo y Hamlet: “The time is out of joint”, el barco es la experiencia absoluta de eso.
Todo empieza a tener lugar.
///Tororé /// 